Anoche tomé un taxi en Palermo, y el conductor muy amablemente comenzó la charla...no sé cómo llegamos a hablar del enamoramiento que tiene con una casa cercana a la barrera de la calle Artigas en el barrio porteño de Flores. Después de decirme un par de veces "decí que no tengo tiempo, porque te llevaría ahora para que veas los ladrillos...", me hizo prometerle que pasaría por el lugar.
Refuerzo mi promesa ahora, pasaré y sacaré fotos.
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